El otro día fue muy curioso, quedo con unas amigas y cuando llega la primera dice que se va a pedir un zumo de naranja natural para prevenir el resfriado. Me cuenta que está agobiada, en su oficina todos lo han cogido menos ella…
Llega la segunda. Perdonar por el retraso, vengo del dermatólogo y…, ”hay que tomar antioxidantes”.No me había parado a pensar lo fácil que es tenerlo en cuenta a la hora de comer, beber,…Me voy a pedir un zumo de naranja natural.
Nos miramos y nos dio por reír, parecía que se habían puesto de acuerdo.
Querían que les explicara lo que supiera del tema.
Pues sí, para la piel la vitamina C va genial, actúa como antioxidante neutralizando los radicales libres responsables del envejecimiento celular, nos ayuda a atenuar las manchas porque disminuye la liberación de melanina, homogeneizando el tono de la piel. Repara los daños producidos por las radiaciones solares, la contaminación y da brillo al cutis.
También mejora el aspecto de las bolsas y ojeras, tomándola favorecemos la circulación evitando la acumulación de toxinas debajo de los ojos.
Y nos ayuda a prevenir o acortar los resfriados u otros procesos víricos. La vitamina C, es un nutriente esencial para nuestras defensas, necesaria para que funcionen al 100%.
Los kiwis, la gayuba, el pimiento, la col, los cítricos y las fresas, son muy ricos en ella. La única precaución que hay que tener es saber que es muy inestable y en contacto con el agua o el aire pierde sus propiedades. También podemos tomarla en comprimidos como la acerola.
La dosis diaria recomendada para adultos es de 60mg, aunque durante el resfriado, el embarazo, los fumadores,…, hay que aumentar la dosis.
Total que terminamos todas tomando zumos.
¡Toma vitamina C, sí o sí! Te encontrarás mejor en todos los aspectos.
